Avanza en silencio y cuando sale a la luz provoca dolor e infinita tristeza. Mujeres que pierden embarazos una y otra vez, bebés que nacen de manera prematura y fallecen a las pocas horas, gestaciones que se detienen a los ocho meses, la trombofilia afecta al 10% de la población y no todas las mujeres lo saben.
Con un diagnóstico certero y los cuidados necesarios, una mujer puede desarrollar su embarazo con naturalidad y convertirse en mamá. Pacientes y profesionales trabajan para que se apruebe la Ley de detección temprana de trombofilia (Diputados le dio media sanción en diciembre del año pasado). La normativa indica la prestación obligatoria y cobertura total por parte de las obras sociales y prepagas.
«El diagnóstico se hace a través de un análisis de sangre específico, que debe ser realizado por laboratorios especializados en hemostasia. El estudio completo incluye alrededor de 16 determinaciones que deben ser solicitadas por el médico especialista», explica a Tu Día Gustavo Goldsmorthi, médico tocoginecólogo, especialista en Alto Riesgo Obstétrico formado en el Sanatorio Allende y Hospital Austral, responsable de Alto Riesgo del Sanatorio Aconcagua y Hospital Aeronáutico de Córdoba; redactor de guías y protocolos de manejo de atención obstétrica para instituciones privadas y públicas de Córdoba.
Y agrega: «Si la paciente tiene antecedente de complicaciones de embarazo atribuibles a la trombofilia, como puede ser una muerte fetal intrauterina, si desconoce su diagnóstico y no se trata, la posibilidad de recurrencia de una complicación es muy alta con una posibilidad de nacido vivo de alrededor del 20%».
Siempre es importante aclarar que no toda mujer con trombofilia va a tener complicaciones de embarazo; el antecedente obstétrico adverso y el tipo de trombofilia marcan el pronóstico y el médico de cabecera decidirá cuál es la mejor opción para tratar a su paciente.
Trombofilia y embarazo. Las trombofilias son desórdenes de la coagulación de la sangre con tendencia a la hipercoagulabilidad (formar coágulos o trombos). Pueden ser totalmente asintomáticas, pero se asocian a un mayor riesgo de trombosis tanto en hombres como en mujeres. El riesgo de trombosis en mujeres aumenta durante el embarazo y el puerperio, durante la toma de anticonceptivos orales que contengan estrógenos, con el uso de hormonas que se usan en la estimulación ovárica en los tratamientos de fertilización asistida y con el uso de terapia de reemplazo hormonal durante la menopausia.
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