El síndrome de X-frágil es una de las causas de retraso mental hereditario más frecuente en la población.
El gen responsable de la enfermedad se denomina FMR1 y está localizado en el cromosoma sexual “X”, como consecuencia tanto la trasmisión como la afectación de la enfermedad, es diferente en cada uno de los sexos. Como regla general se dice que la padecen los hombres pero la trasmiten las mujeres.
En el gen FMR1 existe una región repetitiva (expansión), cuya longitud determina si se padece o no la enfermedad:
Con una longitud entre 5 y 55 repeticiones los individuos son normales.
Por encima de 200 repeticiones (Mutación completa) se padece la enfermedad. La causa es que un número elevado de repeticiones produce un bloqueo o inactivación del gen FMR1. En los varones que poseen una única copia de gen la inactivación conduce a una ausencia de proteína FMR1 lo que provoca el conjunto de síntomas clínicos conocidos como Síndrome del Cromosoma X-frágil.
Existe una tercera posibilidad (Premutación) que se caracterizara por un número de repeticiones entre 55 y 200. En este caso el funcionamiento del gen FMR1 no llega a estar tan afectado como para que aparezcan síntomas. El problema puede aparecer en la descendencia ya que una premutación tiende a aumentar de tamaño cuando pasa de una generación a otra. Si se alcanza el umbral de las 200 repeticiones el niño nacido padecerá el Síndrome del Cromosoma X-frágil.
Por otro lado el estado de premutación puede dar lugar en adultos a dos cuadros clínicos más:
FXTAS: Fragile X Associated Tremor/Ataxia Síndrome: Se caracteriza por un temblor intencional y ataxia (movimientos descoordinados) en hombres de más de 50 años. Sólo lo padecen en torno al 20% de los varones con premutación en el gen FMR1.
Fallo ovárico prematuro. Las pacientes portadoras de las formas premutadas tienen un mayor riesgo de desarrollar desde una baja reserva ovárica hasta una menopausia precoz. Aproximadamente un 20% de las mujeres con premutación tiene fallo ovárico prematuro frente al 1% de la población normal.
Fuente: Instituto Bernabeu